viernes, 7 de mayo de 2010

Hoja Seca

Hoja Seca


Solo es el inicio de una historia corta.
Solo es el final de un sentimiento.

Cuando al fin llega el otoño, y empieza a soplar el viento de un lado a otro, con fuerza para botar en cualquier momento una hoja que acaba de agotar la última gota de agua, volviendo su color verde esperanza a un café sombrío, listo para que la fuerza del viento la toque y caiga del árbol que le dio la vida, y sin permiso una hoja comienza su caída lenta a tocar el suelo.

Así, sin permiso, cuando mi mirada toco la suya y sin un previo aviso movio mi alma, cuando derrepente no quedaba un ancla para detenerme en la nada.

-Te buscaba
-Si te estaba esperando
-Que bueno verte!!!
-Si te esperaba con ansias, porque quiero conocerte.
-Si? Que quieres saber de mí,
-Quiero saber absolutamente todo.
-Todo, es algo que no suelo contar al principio.

Esa tarde fue algo diferente la noche caía sobre nuestras cabezas, el tiempo no existía, solamente su mirada y la mía compenetrándose en una noche de luces, de sonidos, y de alguna forma sabia que algo pasaba mucho mas allá de lo que imaginaba.

Mientras se hablaban de sueños y de metas pude notar en su mirada una chispa de despojo del pasado, un momento en el que el tiempo se detenía y veía en él una esperanza de un pequeño aliento de sentimiento.

Cuando menos lo esperaba su mano rozo con la mía, pude sentir esa atracción intensamente como una corriente de electricidad sobre mi cuerpo, mi reacción, fue apartarme e inmediatamente, su cuerpo se movió cerca del mío, tratando de tener algún contacto, cuando lo sentí cerca de mi, entro un aire de tranquilidad en mi cuerpo.

-Me gustaste demasiado desde que te vi la primera vez.
-Cuando yo te vi quise evitar tener un contacto con tus ojos.
-¿Te guste?
-Claro estuve esperando por tu llamada estos días, sabía que de alguna forma tu estarías conmigo antes de irte.
-Me costó decidirme ya que pensé que me rechazarías nunca pensé que fuera ser todo lo contrario, no lo demostraste cuando nos conocimos.
-No me gusta ser tan obvia.
-Espero verte mañana.
-Si yo espero tu llamada.

Y con un largo beso, apasionado, donde parecía ser que el tiempo no importaba, solamente lo que llevábamos por dentro, esa noche termino así, como un sueño.

Al siguiente día fue más que un tormento, pasaban los segundos, los minutos y las horas eternamente, al ver pasar el tiempo y no recibir su llamada lo imagine y me pregunte fue perfecto para mi, ¿porque para él no?, al preguntármelo su llamada entro; desesperadamente conteste y pude notar su interés en verme y sentí alivio.

-Hola, ¿te podre ver?
-Claro aunque ya es tarde, no podre estar mucho tiempo fuera.
-¿Cuánto tiempo podrás estar fuera?
-No se tendría que preguntar, pero tú ven porque quiero verte.

Al llegar varios minutos después pude notar en sus labios, como florecían en mi sentimientos ocultos. Un beso, una película, una caricia fueron el inicio a una conversación más profunda de la que vivimos un día antes; aunque por momentos parecía que mis palabras se salían por la ventana, en un momento a otro la situación cambio, y cambiaban los planes.
No soportaba el fulgor dentro de su cuerpo, pero las ideas detenían lo que podría ser.

Esa noche fue una confusión de ideas, ahora me sentía más insegura con lo que pasaba.

Al siguiente día venían ideas vanas a mi cabeza, no quería tocar suelos ajenos aún, mas mi mente también decía que se iría y que tal vez no regresaría, era un poco confuso, aunque lo deje un poco a la suerte; pero volvía a preguntarme ¿llamara?.

De nuevo las horas pasaban, y no habían señales, sabía que de un momento a otro llamaría, pero, ¿cuándo?.

El celular sonó y con una voz misteriosa…

-Quieres verme.
-Claro, ¿porque no?
-Bueno, solo quería estar seguro que estuvieras bien
-Si estoy bien y si quiero verte.
-¿Y que haremos?
-Pensaba salir de la ciudad si lo prefieres.
-Entonces paso por ti en una hora.
-Te espero.

No podía esperar el momento de verlo, podría ser la ultima vez de poder tocar su rostro.
Un beso denotando seguridad me hacía temblar, una canción se hacía cómplice de nuestro encuentro, un gesto me hacia suspirar, cuando íbamos en camino a ese lugar una suave fragancia parecía acercarnos mas y mas, el temor se hacía presente pero no demostraba que cambiaria la idea de saber que estaba con el y que el mundo exterior no importaba en ese momento; y que después su existencia si fué posible .
Pasaron tantas cosas y todo cambio de repente... un desierto inmenso nos separo todo acabo, el tiempo lo hacía terminar, las horas se convertían en agua entre los dedos, de un momento a otro toque la tierra, de la cual me elevo hasta tocar el cielo y de regreso.


Asi como el viento asota la hoja, asi asoto mi vida.
Así como una hoja seca, caí de nuevo a esta tierra.

Maquillaje

Maquillaje

Solamente una aparición fue necesaria para que surgiera algun sentimiento, más para que comenzara pudo llevar años.
No solamente su mente volaba, sino la mía también, no solamente pensaba en el sino el también en mí, como saberlo, como adivinarlo, a veces las miradas iban y venían; a veces solo lo ignorábamos, a veces solo se perdía en recuerdos y pensamientos.
Pudo llevar años, pudo ser diferente, en esa luz que apenas nos cegó, pudimos saber y entender lo diferente que seria, lo irreal que era. Solo así paso dentro de risas dentro de conqueteos muy bien maquillados, lo queríamos y lo deseábamos, pero muchas veces sentíamos que podíamos jugar con fuego.

-Hace tiempo que no nos vemos y nuestra relación se ha vuelto solo telefónica.
-Si es cierto, pero es muy difícil vernos, por el trabajo la universidad, la distancia es casi imposible.
-Bueno quiero que hagamos lo posible, porque se acerca un gran día y quiero verte.
-Así, mmm…no se en realidad, solo puedo mañana y no creo que puedas.
-Claro que puedo y ahora no perderé mí tiempo contigo como la última vez.
-¿Perder el tiempo? pensé que la habíamos pasado bien.
-Sí pero jamás intente acercarme más a ti como lo he querido.
-Y ahora ¿te atreverás?
-Claro jajaja
-Haha bueno no se, pero si quisiera verte porque ya ha pasado demasiado tiempo.
-Entonces te veré mañana.

Lo pensé, lo imagine mas no lo creí, sabía que lo vería mas no sabría si en realidad lo haría, no importo el solo hecho de ver esos ojos claros y poder escuchar su risa disfrazada de temor, y sus comentarios fuera de lugar, era suficiente para que esa tarde se convirtiera en fantasía y olvidara tal vez viejos sentimientos, antiguos amores, y revivir eso que me hacia latir cuando lo veía.

Algo que sabía lo sentía desde el primer día que lo vi. En ese lugar donde nos presentaron con sus ojos frente al sol, su sonrisa cohibida, mi disimulo por verlo a los ojos, que nadie supiera que pasaba alrededor de los dos, una fuerza nos lleno ese día la cual marco nuestros días en adelante.

-No puedo creer como el tiempo se pasa.
-No puedo creer que estemos acá después de mucho tiempo.
-No puedo creer que hoy te vaya a besar.
-No creo que lo hagas en realidad.
-No me retes sabes que lo hare.

El tiempo pasaba no nos dimos cuenta de cómo pasaban la horas, y cuando vimos lo tarde que era, decidimos cancelar nuestros compromisos, para poder pasar más tiempo juntos, sabíamos que luego de ese momento pasarían tal vez meses para volver a vivir algo semejante.

En un juego muy inocente maquillaba sus sentimientos hacia mí, haciéndome que lentamente llegara el, yo lo sabia mas no quería que él lo supiera, yo lo sabia mas no estaba segura de su reacción, yo lo sabia pero él no me conocía. El se mostraba valiente ante la situación pero en realidad era el maquillaje a su inseguridad, timidez, amores ocultos aun no olvidados, protegiéndose de algo que no estaba mal en ese momento.

Cuando sus mejías rosaron las mías, cuando sus labios rozaron los míos lentamente sin aparentar querer besarlos, lo sentí en su aliento, lo sentí en la suavidad de ellos, lo sentí cuando su mano tocaba mi espalda, lo pude sentir al desbordarse de nuestras manos, de nuestros cuerpos, de nuestras vidas, ¿qué hacíamos? Podría más que afectar nuestra amistad borrarnos uno del otro. Mas sin verlo como algo mas decidí relajarme en sus brazos, no estaba preparada para nada mas, el tampoco lo estaba.

Un comentario como lo solía hacer fuera de lugar, de su boca comenzó a vomitar palabras sin sentido, de un momento a otro el momento se torno obscuro y sombrío nada podía para esos labios llenos de palabras que cubrían todo lo que sentía, hiriendo con ellas algo que no comenzaba aun. Me sentía directamente herida, no entendía sus palabras hirientes disfrazadas de ironía, pintadas de burla, de remordimiento y no paraba de hablar.

-Ya me voy
-Yo no me quiero ir
-Pero ya no deseo estar más aquí, ya no te veré, todo lo has arruinado en ningún momento pensaba llevar lo que teníamos a nada, deseo irme.
-Bueno me iré pero cuando pise este lugar sabrás que me quieres aun.
-No, no sabré nada y no lo quiero saber, lo arruinaste, con tus palabras.
-Veras que todo será en algún momento.
-No quiero que nada sea, solo quiero irme.

Mientras maneja hacia la nada pensaba, mi mente divagaba pensando como puede llegar un hombre a tener tantas ideas sin sentido y convertirse en otro, cuando el llegar a sentir algo tan preciado se guarda y se atesora, por otro lado puedes echar a la borda un sentimiento profundo cuando un punto negro de por medio lo transforma en crueldad, porque pensar en un mañana cuando no se sabe si beberá de nuevo de su piel o el tiempo que pasara para sentir su olor, era un momento de sentir, era un solo momento, cubriendo sus ideas con maquillaje negro, con maquillaje lleno de hipocresía, con maquillaje que lo llenaría matándolo lentamente. Alejándolo de su propio destino, ese destino que nos crucifica si no lo llegamos alcanzar. Un payaso, un solo nombre, un solo rostro no puede ser más que eso, un hombre.

EL NIÑO DE LAS CANICAS

EL NIÑO DE LAS CANICAS

Se cuenta entre los abuelos y la gente mayor acerca del niño de las canicas, ya que se ha ganado muchas almas de niños apareciéndoseles cuando se encuentran solos en sus casas.
Se cuenta que cuando los niños son mentirosos, caprichosos y berrinchudos los visita llevándoles cincos o canicas como se les dice en el occidente; por las noches se escuchan caer las canicas y el choque entre ellas, con una pequeña risa de niño jugando.
Conforme pasan los días se acerca mas al niño escogido mostrándose por las noches en la orilla de la cama, dejando muchas canicas en la cabecera y regadas debajo de la cama, se le escucha a un misma hora arrojando las canicas por las gradas y le causa gracia abrir los chorros del agua para anunciar su llegada.

El niño de las canicas parece inofensivo al principio y es posible que hasta se haga amigo del niño escogido, a veces se le escuchara hablando en su cuarto y se pensara que es el amigo imaginario, pero ese amigo imaginario se ganara su alma tarde o temprano.
La mayor parte de veces se aparece a hijos únicos que por lo general son los mas consentidos, así como le ocurrió Federico un niño acostumbrado a que sus papas le concedieran todos sus deseos, cada vez que le negaban algo el no podía retener su llanto y su ira reclamando y haciendo cualquier berrinche para poder obtener lo que quería, siempre fue así.

Con sus compañeros era egoísta no le gustaba prestar sus juguetes y destruía los de los demás cuando pensaba que eran mejores que los de el. Siempre buscando pretextos para no hacer sus tareas, mentía sobre lo que hacia para que sus padres y maestros no lo presionaran. Pero cuando los padres llegan a un punto en el que el niño ya es un fastidio para ellos, es cuando el niño de las canicas esta listo para llevárselo.

Esperando el momento preciso cuando el niño se encuentra solo comienza jugar con el quitándoles las canicas que anteriormente el le daba, y al mismo tiempo su cara comienza a cambiar sus ojos se tornan color rojo, y sus manos empiezan arder, su cuerpo no es nada mas que huesos ardiendo, cuando logra ganarse todas la canicas del niño es momento de desaparecer tomándolo por el cuello y llevándose con el un alma mas para su colección de sonrisas cambiadas por tristezas.

Y así fue como se encontró el cuerpo de Federico tirado en medio de la casa con todos sus juguetes alrededor y todos sus deseos cumplidos; un rostro sin alma, un cuerpo sin vida degollado y cientos de canicas gritando fui yo el niño de las canicas.Aun se escuchan sus canicas, anunciando su llegada en las casas de niños berrinchudos cazando almas.